miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cita (III)


"El juicio en la mujer es una cualidad tan rara
como la sensibilidad en un hombre."

Carolina Coronado

lunes, 20 de diciembre de 2010

En la fuente, de Bouguereau

MUJER Y SUCESIÓN AL TRONO EN EGIPTO


Aunque el Antiguo Egipto es un período largo y diverso, sí que parece una tendencia contrastada el importante rol de la mujer en la sucesión al trono de Faraón. Si bien siempre primó la sucesión del heredero directo varón, cuando no lo había algunas de las sucesiones desconcertaron y confunderon durante tiempo a los historiadores, hasta que se llegó a la conclusión de que cuando no había heredero varón, muchas veces convertirse en Faraón consistía en casarse con la mujer adecuada.

Para empezar, un Faraón podía tener muchas esposas y concubinas, pero solo una ostentaría el título de Gran Esposa Real. Y solo los hijos de la Gran Esposa Real podían heredar al trono. Si no había tenido hijos varones y solo hijas, entonces un varón de una esposa menor o concubina del Faraón debía casarse con la hija heredera para convertirse en Faraón.

En algunos casos incluso pretendientes sin derechos reales y usurpadores del trono que propiciaron cambios de dinastía también respetaron esta tradición de casarse con la hija heredera de la Gran Esposa Real o directamente con la propia Gran Esposa Real. Famoso es el caso de Ay, chaty (equivalente de primer ministro) del faraón Tutankamon, que murió joven sin herederos, muchos egiptólogos creen que asesinado, y fue Ay quien desposó a la viuda real para convertirse en faraón.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Cita (II)


"Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer,
con tal de que no la ame
."

Oscar Wilde

RESISTENCIA AL MATRIMONIO EN EL SUR DE CHINA


Siglo XIX. China. La industrialización de la seda hace florecer una moderna industria textil que emplearía como mano de obra sobre todo a mujeres. Por primera vez algunas mujeres jóvenes son capaces de ganar dinero para vivir por si mismas, e incluso para mantener a familiares cercanos. Las mujeres comienzan a tener elección y pueden ir posponiendo la edad de matrimonio.

En la provincia de Cantón, al sur de China, esta situación acaba derivando hacia extremos sorprendentes. Surgen movimientos organizados de "resistencia al matrimonio". Se crean hermandades de mujeres que juran sus votos ante los dioses... prometiendo nunca casarse. Algunas sí se casarían pero no irían a vivir con sus maridos, hasta el punto de nunca consumarse esos matrimonios.

Fue tan único este fenómeno que todavía no está claro cuáles fueron sus desencadenantes, ya que la industrialización llegó a más partes de China sin repetirse la corriente "anti-matrimonio" de las mujeres de Cantón. La sociedad china de entonces era muy compleja, así como la situación de la mujer: el escaso valor social de tener una hija comparado con un varón, la falta de libertad y gran sometimiento de la mujer casada, el arraigo de la poligamia masculina a través del concubinato por parte de terratenientes y demás chinos acaudalados, así como creencias religiosas sobre la impureza de dar a luz y no mantenerse célibe.

Hasta el siglo XIX la principal alternativa de la mujer al matrimonio, sin caer en la prostitución, era convertirse en una monja budista, aunque la libertad de la que se disponía en un templo budista seguía siendo muy limitada. Para las mujeres de Cantón una nueva alternativa se abrió camino cuando consiguieron la independencia económica.

viernes, 10 de diciembre de 2010

LAS MUJERES DE LA TRAGEDIA GRIEGA (I)


La Antigua Atenas, al igual que la mayor parte de la Grecia Antigua (a excepción tal vez de Esparta), fue una sociedad con notables tintes misóginos. Y sin embargo, una de las grandes paradojas es que posiblemente los mejores personajes femeninos de ficción que ha dado el arte, los más complejos, los más fascinantes y mejor escritos, pertenecen de lejos al teatro ateniense.

Más sorprendente si cabe es saber que esos personajes femeninos eran interpretados por y para hombres. Las mujeres tenían vetada la entrada a los teatros, los actores sólo podían ser hombres (con máscaras eso sí) que interpretaban para una audiencia compuesta exclusivamente de hombres.

Y es que los atenienses sentían verdadera pasión por los conflictos, y el conflicto entre sexos siempre fue uno de los temas recurrentes. Si a eso le añadimos el gusto por la retórica y la persuasión, el sofismo en su máxima degradación, cualquier personaje debía tener sus razones y motivaciones lo bastante poderosas como para obrar justificadamente y que el espectador pudiera empatizar con ellos.

Así se daba la paradoja; mientras que en la calle los hombres atenienses abogaban porque las mujeres fueran discretas y simplemente no dieran que hablar, dentro del teatro vibraban ante personajes de mujeres forzadas a desatar sus pasiones.

Es cierto que también había ejemplos de personajes femeninos intachables, como Alcestis en la obra homónima de Eurípides, una mujer que sacrifica todo por su marido y encima del escenario es poco menos que un fantasma que se tiene todo el rato de pie, muda y sin llamar la atención. Pero no menos cierto es que aquellas mujeres que han quedado grabadas en la imaginación popular de los siglos posteriores han sido más que nadie las Clitemnestras, las Antígonas, las Medeas, ...

jueves, 9 de diciembre de 2010

EL IDEAL DE MUJER ROMANA


La mujer romana debía responder al ideal de "Pudicitia". Un concepto complejo dentro del cual se unían armoniosamente la modestia, la castidad, la belleza y la fertilidad.

En la alta sociedad la mujer romana debía además ser una mujer educada y cultivada, lo necesario como para mantener conversaciones con invitados y ser capaz de entretenerles contando relatos sobre la historia de la familia, pero también lo suficiente como para nunca discutir o contradecir a un invitado, ni mucho menos probarle equivocado.

Cita (I)


"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
pues su precio bien excede al de los rubíes."

Proverbios 31:10