domingo, 8 de mayo de 2011

ANTIGUO EGIPTO: LAMENTO DE UN VIUDO A SU DIFUNTA ESPOSA


En el Museo de Leiden, en Holanda, se conserva un antiguo papiro egipcio en el que podemos leer el lamento que un viudo dirige a su difunta esposa:

"Te tomé por mujer cuando yo era joven. He estado contigo. Luego conquisté todos los grados, pero no te abandoné. No he hecho sufrir tu corazón. Eso hice cuando era joven y cuando ejercía todas las altas funciones del Faraón, Vida, Salud, Fuerza, no te he abandonado, diciendo al contrario: «Que esto sea contigo». No escuchaba los consejos de cada hombre que venía a hablarme de ti, diciendo al contrario: «Hago según tu corazón». Mira: cuando tuve el cargo de instruir a los oficiales del ejército de Faraón, los enviaba a que se pusieran boca abajo delante de ti, llevando toda clase de cosas buenas para depositarlas ante ti. No te he ocultado nada de mis beneficios hasta este día de mi vida. Nunca me han encontrado despreciándote al modo del campesino que entra en casa ajena. Mis perfumes, los pasteles, los vestidos, no los he mandado hacia otra morada, diciendo al contrario: «La mujer está ahí», porque no quería causarte pena. Cuando caíste enferma, hice venir a un oficial de salud que hizo lo necesario y todo lo que le dijiste que hiciera. Cuando seguí a Faraón que iba hacia el Sur, he aquí cómo me comporté contigo. Pasé una duración de ocho meses sin comer ni beber, como un hombre de mi condición. Cuando volví a Menfis pedí licencia a Faraón para ir al lugar donde tú estabas (a tu tumba) y lloré mucho con mi gente frente a ti. Llevo así tres años hasta el presente. No entraré en otra casa, lo que un hombre como yo no estaba en la obligación de hacer. Las hermanas que están en la casa, no he ido a casa de ninguna de ellas."

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